Inmigrantes menores no acompañados: una crisis humanitaria en la frontera estadounidense y más allá
Por Stephanie L. Canizales, University of Southern California

Violencia intensificada y la pobreza en los países del triangulo norte en Centro América ha estimulado migración[2] entre jóvenes que buscan reunirse con sus familias o apoyar a sus familias en el extranjero. Pólizas para proteger estos jóvenes promovería su integración holística en la sociedad estadunidense, cumplir seguridad y bienestar a lo largo del sur de la frontera estadunidense y ayudar a fortalecer el país de origen de los jóvenes socialmente, económicamente y políticamente.

U.S. Customs and Border Protection (CBP) reporta que 68,541 niños fueron detenidos en la frontera del suroeste del EE.UU. entre 1 de Octubre 2013 y 30 de Septiembre 2014. Tasas de detención de niños no acompañados en AF 2015 hasta marzo disminuyó 45 por ciento comparado al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, desde 2009 a AF 2014, detenciones de niños no acompañados de países del Triángulo Norte de Guatemala, Honduras, y El Salvador incrementaron de 3,304 a 51,705.[3]

Datos Claves

  • Desde 2009 a AF 2014, detenciones de niños sin acompañantes de países del triangulo del norte Guatemala, Honduras, El Salvador aumentaron de 3,304 a 51,705.[1]
  • Si niños entran a trabajar en el EE.UU. en ocupaciones de salarios bajos, o para reunirse con parientes, o si son deportados a su país de origen, todos enfrentan los mismos peligros. 
  • Fortaleciendo la infraestructura social, económica y política de los países del triangulo del norte podría aliviar la pobreza, violencia y gobiernos inestables que mantienen a estos niños y sus familias marginalizados en sus sociedades de origen y migrando al EE.UU. en búsqueda de una vida mejor. 

La mayoría de menores no acompañados quienes son detenidos en la frontera suroeste del EE.UU. son adolescentes. Sin embargo, datos muestran un incremento de 117 por ciento en las edades 12 y más tempranas en el AF 2013. El número de niños no acompañados detenidos cuyas edades 13-17 han incrementado por solo 12 por ciento en el mismo periodo. 

También, hemos visto un 77 por ciento incremento en el número de niñas no acompañadas, una proporción grande de Honduras, comparado con un incremento de ocho por ciento de niños no acompañados, mostrando los peligros crecientes para mujeres jóvenes en sus países de origen entre otros factores.[4] 

Niños del Triangulo del Norte

Investigadores constantemente citan creciente pobreza y violencia en Honduras, El Salvador y Guatemala como motivaciones principales para la migración de niños.[5] La violencia ha sido endémica a la región desde los 1980s, causando instituciones frágiles, policía corrupta y actividad de pandillas deficiente y alta.[6] Estos países sufren de las peores tasas mundiales; primero, cuarto y quinto, respectivamente; según la UN Office of Drugs and Crime. Los aumentados homicidios correlacionan con los números grandes de niños escapándose a EE.UU.[7] 

Además, estos países son los más pobres en Latinoamérica.[8] Muchos niños migran a los Estados Unidos con esperanzas de poder estudiar en la mitad del día mientras trabajan la otra mitad para mandar dinero a sus familias en el extranjero.[9]

Niños quienes evitan ser detenidos pueden llegar a ser trabajadores de agrícola rural, o en ciudades pueden trabajar en fabricación, restaurantes o trabajo doméstico.[10] Estos niños son altamente vulnerables a explotación y enfrentan los mismos peligros que otros migrantes ilegales. 

Niños migrantes detenidos

Niños detenidos en la frontera son procesados y detenidos por el Department of Homeland Security. El Trafficking Victims Protection Reauthorization Act (TVPRA) de 2008 requiere que todos los niños migrantes no acompañados serán evaluados como victimas potenciales del tráfico humano. También, prohíbe deportar a niños de países que no comparten una frontera con el EE.UU.,  incluyendo países del triangulo del norte.

Este gráfico muestra el aumento de niños detenidos en la frontera de quienes vienen de países del triangulo del norte El Salvador, Honduras, y Guatemala comparado a niños detenidos que vienen de México.

Custodia de estos niños es transferida al Office of Refugee Resettlement (ORR) debajo del Department of Health and Human Services (HHS), un proceso que es mandado tomar no más de 72 horas. El Flores Settlement Agreement de 1997 requiere que el HHS ponga a niños migrantes en ambientes de menor restricción, incluyendo con competentes miembros de familia o patrocinadores, o en facilidades que cumplen las pautas del estado de cuidado tutelar. 

Donde posible y apropiado, el ORR entrega a los niños a patrocinadores mientras sus casos esperan revisión por cortes de inmigración. Padres desautorizados pueden ser reacios a identificar sus niños. Patrocinadores, típicamente miembros de familia, son requeridos pasar una verificación de antecedentes, asegurar que el niño vaya a sus procedimientos de inmigración y que supla las necesidades de salud física y mental del niño. 

Más de 45,000 niños fueron entregados a patrocinadores en 2014. Los cinco condados principales recibiendo a niños no acompañados eran Harris County, Texas (3,364; 7.4%); Los Angeles County, California (2,474; 5.5%), Suffolk County, New York (1,358; 3%); Miami-Dade County, Florida (1,279; 2.8%); y Nassau County, New York (1,250; 2.8%).[11] Estos datos no capturan las destinaciones de niños que no fueron detenidos. 

Evitando la crisis humanitaria

El aumento en niños migrantes y la resultando atención al problema ofrece otra justificación potencial para una reforma migratoria comprehensiva. La legalización de familias indocumentadas en el EE.UU. podría, en corto plazo, aumentar la posibilidad de niños migrantes de reunirse legalmente con parientes y tener acceso a servicios de salud. A largo plazo, podría aumentar el bienestar de los hogares donde los niños entran.[12] 

Cuestiones humanitarias rodeando niños migrantes sin acompañantes sugieren la necesidad de respuestas de política en muchos niveles diferentes.  En el nivel federal, políticas de inmigración más receptivas incluyeran mayores gastos en alojamientos, buscando patrocinadores y asegurando garantías del debido proceso de ley. Esto también incluye el reconocimiento de que niños migrantes sin acompañante podrían calificar, de acuerdo con las leyes del EE.UU.,  por varios tipos de alivio, incluyendo asilo Special Immigrant Juvenile Status, U visas y T visas. Otro aspecto de la política de hoy es que reclamos a estado de refugio debe ser analizado cuidadosamente para asegurar que TVPRA es mantenido. 

En el nivel local y del estado, servicios educativos, de salud mental, de lenguajes y legales  culturalmente apropiados  son críticos para alcanzar las necesidades de los niños que han sufrido trauma, si de su país de origen, o de su jornada al norte o en su asentamiento al EE.UU. 

Finalmente, fortaleciendo la infraestructura social, económica y política de los países del triangulo del norte podría aliviar la pobreza, violencia y gobiernos inestables que mantienen a estos niños y sus familias marginalizados en sus sociedades de origen y migrando al EE.UU. en búsqueda de una vida mejor. 

Stephanie L. Canizales es una candidata de doctorado en el Departamento de Sociología en el University of Southern California.

 

[1] U.S. Customs and Border Protection. 2015. “Southwest Border Unaccompanied Alien Children.”

[2] Wong, Tom K. 2014. “Statistical Analysis Shows that Violence, not Deferred Action, is behind the Surge of Unaccompanied Children Crossing the Border.” Center for American Progress. 

[3] U.S. Customs and Border Protection, ibid.

[4] Krogstad, Jens, Ana Gonzales-Barrera, et al. 2014. “At the border, a sharp rise in unaccompanied girls fleeing Honduras.” Pew Research Center.

[5] Rosenblum, Marc R. 2015. “Unaccompanied Child Migration to the United States: The Tension between Protection and Prevention.” Migration Policy Institute.

[6] Women’s Refugee Commission. 2012. “Forced From Home: The Lost Boys and Girls from Central America.”

[7] Wong, ibid.

[8] The World Bank. 2015. “Poverty and Equity Regional Dashboard: Latin America and the Caribbean.”

[9] Kennedy, Elizabeth. 2014. “No Childhood Here: Why Central American Are Fleeing Their Homes.” American Immigration Council.

[10] Kennedy, ibid.

[11] Office of Refugee Resettlement. 2014. “Unaccompanied Children Released to Sponsor by County.”

[12] Yoshikawa, Hirokazu, Jenya Kholoptseva, et al. 2013. “The Role of Public Policies and Community-Based Organizations in the Developmental Consequences of Parent Undocumented Status.” Social Policy Report.